miércoles, 19 de noviembre de 2003

Dejemonos de esnobismos y de gaitas: la tecnologia es una necesidad y no un lujo (siempre y cuando se gaste con cabeza, y no siguiendo modas.......y sino, que se lo pregunten a todos aquellos que en su dia compraron un costosisimo CRM y que ahora necesitan herramientas de data-mining o de business intelligence para sacar algo en claro, de todo el pool de informacion!!). No diferenciara a las empresas para hacerlas mas competitivas, sino que sera imprescindible, para no quedar relegado en el vagon de cola, antes de desaparecer frente a los competidores.

La tecnología, ¿otra ‘commodity’?
Pedro Navarro
Actualidad Economica 20030829

Las TI se convertirán en ‘commodities’ y dejarán de ser estratégicas, pero todavía falta tiempo.

Las tecnologías de la información (TI) están empezando a ser consideradas como commodities para las empresas, es decir elementos cuya adquisición y utilización no va a producir ninguna diferenciación ni ventaja competitiva frente a la competencia. Yo discrepo con esta idea que, sin embargo, tiene bastantes partidarios. En el Harvard Business Review (HBR) del pasado mes de mayo aparecía un artículo de Nicholas Carr, editor-at-large de HBR y frecuente autor del Financial Times, que defendía esta tesis. Si fuera cierto tendríamos dos impactos inmediatos y de envergadura: uno, que la inversión de las empresas que durante finales de la pasada década se sostenía en TI, ya que representaban casi la mitad del total, no va a repuntar nuevamente, retrasando la tan ansiada salida de la crisis global, y dos, que las empresas en general se refugiarían en una estrategia de reducción de costes como ventaja competitiva en lugar de continuar buscando la diferenciación por la tecnología. Sin embargo no todos están de acuerdo con Nicholas Carr y en el HBR de julio John Seely Brown ex Chief Scientist de Xerox, que posee uno de los centros de investigación tecnológica más potentes de Estados Unidos, le rebatía duramente.

Pero los argumentos de Nicholas Carr son sólidos. Identifica las TI como tecnología de infraestructura –al igual que pudo ser anteriormente la electricidad, el ferrocarril o el teléfono–, actualmente ya en una situación de madurez por cuatro razones fundamentales: los precios han bajado tanto que esta tecnología ya es asequible a todo el mundo, a todas las empresas; la oferta ya es superior a la demanda; los propios vendedores de la tecnología, PCs, software y telecomunicaciones, los tratan como commodities; y la burbuja de cotización bursátil de las empresas que producen y venden estos productos ya ha estallado, como sucedió en el pasado con otras tecnologías de infraestructura en el momento de convertirse en commodities.

Pero veo dos grandes diferencias entre las TIs y las otras tecnologías de infraestructura, una basada en datos objetivos y otra basada más en percepciones subjetivas. La primera, objetiva, es que las TIs son mucho más complejas en su utilización que cualquier otra tecnología de infraestructura. De hecho cada generación de TIs requiere más técnicos y más especializados para soportar su utilización. La segunda, subjetiva, es que las TIs actualmente están todavía muy lejos de haber alcanzado un grado de fiabilidad y facilidad de utilización que permita calificarlas de maduras. Específicamente la comunicación entre el ser humano y la máquina es todavía farragosa, y la fiabilidad está a un nivel que consideraríamos inaceptable para productos de uso cotidiano como por ejemplo el automóvil.

Debido a esto, creo que las TIs no pueden todavía gestionarse como commodities y recalco el todavía porque sí estoy de acuerdo con la hipótesis de que en el futuro se convertirán en commodities. ¿Cuándo?Todavía falta.

¿Qué hacer mientras tanto? Nicholas Carr da tres consejos: gasta menos; sigue pero no seas líder y concéntrate en los riesgos de no tener la tecnología pero no en las oportunidades. Yo lo cambio por: controla tus costes en TI; forma parte del pelotón de cabeza pero sin ser el maillot amarillo y vigila tanto las oportunidades como los riesgos de tener o no tener una tecnología