Managers? por favor, no sea ordinario...sólo Líderes!!.
Hace un par de sábados, en el suplemento fin de semana de Expansión, se hablaba acerca del concepto de liderazgo , por parte de un director de una consultora de nuestro país.
Comentaba que está muy bien la iniciativa de buscar líderes para nuestras organizaciones, dado que es una moda internacional, y queda bien en el papel cuché (perdón, salmón), pero..........lo que en verdad sería relevante, es que existieran una gran cantidad de managers, que hicieran su trabajo de manera pulcra y eficiente.
Ya está bien de mandangas, y de discursos subidos de tono......hay que decirlo de una vez por todas: el nivel de middle management en las grandes empresas de este país es bajito, muy bajito. Y, en vez de buscar galácticos, másters del universo, lo que se necesita es gente dispuesta, con un nivel de conocimiento razonable al desempeño, y que se remangue y baje a la obra.
OPINIÓN. EL OJO CRÍTICO
El significado del liderazgo.
Juan F. San Andrés
¡Menos liderazgo, por favor!
Tengo la sensación de que estamos abusando del concepto liderazgo como factor explicativo de casi todo. Se ha convertido en algo totémico y se ha desarrollado una mitología en torno a él. Los protagonistas, los dioses en esa teocracia, son los que lo ejercen: los líderes.
Creo que ya se ha dicho y escrito casi todo acerca de ellos y que se han identificado innumerables tipos y subtipos. Como en las teocracias, las necesidades humanas tienden a pasarse por alto y, de tanto mirar a los cielos del liderazgo de las personas buscando respuestas, nos olvidamos de poner los pies en el suelo de su gestión para buscar un sustento firme.
Una de las liturgias de esa religión es la de ir incorporando al Olimpo nuevos dioses (líderes), aunque a algunos haya que bajarlos precipitadamente tras el cierre de la última auditoria.
Otro acto litúrgico es la recolección y transmisión de frases, sean dichas por los líderes de cualquier ámbito (pueden ser del deporte, del arte, la ciencia o los negocios) o anónimas. Una de las anónimas más afortunadas, es "se gestionan las cosas, las personas se lideran". La frase suena muy sensata y, sin embargo, al pensarlo dos veces creo que abunda en la mitología e induce a confusión, ya que induce a pensar que liderar y gestionar son cosas excluyentes, y no lo son; no se puede liderar sin una gestión que se ajuste como un guante a ese liderazgo, que le dote de estructura (miremos al cielo, sí, pero también al suelo para no tropezar). Además, la frase parece exaltar el liderazgo y denostar la gestión.
Con el tiempo y la práctica profesional he ido cambiando mis expectativas respecto a lo que cabe esperar de un jefe. Hoy me parece que con que un jefe lleve a cabo las tareas de gestión de personal básicas podemos estar muy satisfechos. No estaría nada mal que todos fijaran y asignaran bien objetivos, planificasen recursos, facilitasen la interacción entre distintas funciones y evaluasen y gestionasen bien el desempeño, aunque parezca poco ambicioso al compararlo con las funciones del líder: proporcionar una visión de futuro, encarnar los valores de la compañía o impulsar el alineamiento de las personas y procesos con la misión de la empresa.
Sin embargo, a pesar de lo doméstico y limitado de las tareas de gestión, éstas implican algunas virtudes: muchos profesionales podrían hacerlas, pueden enseñarse, facilitan el trabajo de los colaboradores de manera casi inmediata y nos mantendrían dentro de lo real. Estoy convencido de que líderes hay muy poquitos pero gerentes potencialmente buenos hay muchos más. Deberíamos darnos un baño de realidad y apostar más por que se realicen de verdad las tareas de gestión -empezando con los directores, pues sus actuaciones son ejemplares, para bien y para mal- que por el desarrollo de liderazgos imaginarios en cada esquina de la organización.
Son muchos los medios que se usan para crear líderes: cursos, conferencias, encuentros... pero ¿pueden crearse? Para Ortega y Gasset el ser humano carece de naturaleza, todo en él es aprendido, según él sí podrían crearse. Yo no veo muy viable hacer un líder de quien no lo es. Aunque gane más de 150.000 euros. Veo mucho más factible que los gerentes ejecuten las tareas de gestión de personas necesarias para que todos los profesionales puedan hacer su trabajo. Es menos glamuroso pero ya lo decía Cela: a la inspiración se llega por la transpiración. Algún día un verdadero líder visionario se percatará de esto.
Director de recursos humanos de Oracle para Sur de Europa.
Hace un par de sábados, en el suplemento fin de semana de Expansión, se hablaba acerca del concepto de liderazgo , por parte de un director de una consultora de nuestro país.
Comentaba que está muy bien la iniciativa de buscar líderes para nuestras organizaciones, dado que es una moda internacional, y queda bien en el papel cuché (perdón, salmón), pero..........lo que en verdad sería relevante, es que existieran una gran cantidad de managers, que hicieran su trabajo de manera pulcra y eficiente.
Ya está bien de mandangas, y de discursos subidos de tono......hay que decirlo de una vez por todas: el nivel de middle management en las grandes empresas de este país es bajito, muy bajito. Y, en vez de buscar galácticos, másters del universo, lo que se necesita es gente dispuesta, con un nivel de conocimiento razonable al desempeño, y que se remangue y baje a la obra.
OPINIÓN. EL OJO CRÍTICO
El significado del liderazgo.
Juan F. San Andrés
¡Menos liderazgo, por favor!
Tengo la sensación de que estamos abusando del concepto liderazgo como factor explicativo de casi todo. Se ha convertido en algo totémico y se ha desarrollado una mitología en torno a él. Los protagonistas, los dioses en esa teocracia, son los que lo ejercen: los líderes.
Creo que ya se ha dicho y escrito casi todo acerca de ellos y que se han identificado innumerables tipos y subtipos. Como en las teocracias, las necesidades humanas tienden a pasarse por alto y, de tanto mirar a los cielos del liderazgo de las personas buscando respuestas, nos olvidamos de poner los pies en el suelo de su gestión para buscar un sustento firme.
Una de las liturgias de esa religión es la de ir incorporando al Olimpo nuevos dioses (líderes), aunque a algunos haya que bajarlos precipitadamente tras el cierre de la última auditoria.
Otro acto litúrgico es la recolección y transmisión de frases, sean dichas por los líderes de cualquier ámbito (pueden ser del deporte, del arte, la ciencia o los negocios) o anónimas. Una de las anónimas más afortunadas, es "se gestionan las cosas, las personas se lideran". La frase suena muy sensata y, sin embargo, al pensarlo dos veces creo que abunda en la mitología e induce a confusión, ya que induce a pensar que liderar y gestionar son cosas excluyentes, y no lo son; no se puede liderar sin una gestión que se ajuste como un guante a ese liderazgo, que le dote de estructura (miremos al cielo, sí, pero también al suelo para no tropezar). Además, la frase parece exaltar el liderazgo y denostar la gestión.
Con el tiempo y la práctica profesional he ido cambiando mis expectativas respecto a lo que cabe esperar de un jefe. Hoy me parece que con que un jefe lleve a cabo las tareas de gestión de personal básicas podemos estar muy satisfechos. No estaría nada mal que todos fijaran y asignaran bien objetivos, planificasen recursos, facilitasen la interacción entre distintas funciones y evaluasen y gestionasen bien el desempeño, aunque parezca poco ambicioso al compararlo con las funciones del líder: proporcionar una visión de futuro, encarnar los valores de la compañía o impulsar el alineamiento de las personas y procesos con la misión de la empresa.
Sin embargo, a pesar de lo doméstico y limitado de las tareas de gestión, éstas implican algunas virtudes: muchos profesionales podrían hacerlas, pueden enseñarse, facilitan el trabajo de los colaboradores de manera casi inmediata y nos mantendrían dentro de lo real. Estoy convencido de que líderes hay muy poquitos pero gerentes potencialmente buenos hay muchos más. Deberíamos darnos un baño de realidad y apostar más por que se realicen de verdad las tareas de gestión -empezando con los directores, pues sus actuaciones son ejemplares, para bien y para mal- que por el desarrollo de liderazgos imaginarios en cada esquina de la organización.
Son muchos los medios que se usan para crear líderes: cursos, conferencias, encuentros... pero ¿pueden crearse? Para Ortega y Gasset el ser humano carece de naturaleza, todo en él es aprendido, según él sí podrían crearse. Yo no veo muy viable hacer un líder de quien no lo es. Aunque gane más de 150.000 euros. Veo mucho más factible que los gerentes ejecuten las tareas de gestión de personas necesarias para que todos los profesionales puedan hacer su trabajo. Es menos glamuroso pero ya lo decía Cela: a la inspiración se llega por la transpiración. Algún día un verdadero líder visionario se percatará de esto.
Director de recursos humanos de Oracle para Sur de Europa.
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