martes, 7 de septiembre de 2004

El arte de la guerra.

Sí, lo sé, es un clásico, pero acabo de volverlo a leer y me llama mucho la atención como Sun Tzu (personaje real o imaginario) parece haber tenido en mente al directivo moderno cuando escribió su tratado de estrategia hace 2500 años. El ejercito ideal del anciano general Sun Tzu parece haber tenido una declaración de misión, haber practicado la gestión de la calidad total y haber obtenido un "máster" en gestión del cambio. Sus temidos líderes militares tenían los atributos del directivo moderno: motivaban y creaban compromiso, y estaban muy puestos en formación y comunicación.

Sin embargo, hay una clara diferencia. A los líderes de Sun Tzu no se les permitía cometer errores. Por el contrario, a los directivos actuales se les anima positivamente a cometerlos, dado que, sin errores, la creatividad y el aprendizaje no son posibles. Pero esa es la diferencia entre la guerra y los negocios. En la primera cometes un error y estás muerto. En la segunda, cometes un error y puede que tu jefe ni siquiera te eche la bronca, porque en la actual organización plana (un concepto que se hubiera perdido con Sun Tzu) puede que ya no tengas jefe.

Mi edición de "El arte de la guerra" es de Obelisco y su ISBN es 84-9777-060-9