viernes, 17 de marzo de 2006

Black Monday

Realmente podría haber escogido términos más gruesos, rotundos, sonoros. Realmente podría calificar el pasado lunes 13 de marzo de forma más contundente, pero dejémoslo así.
El pasado lunes día 13, por otra parte día del quinto cumpleaños de mi hijo, lo recordaremos durante un tiempo. No sólo por las anginas, fiebre elevada y noches de toses y medicación, del chaval, sino por otras cosas. Tras 9 meses en mi nueva compañía, y en pleno proceso de fusión con un dinosaurio de la terapéutica - también es mala suerte - , me levanté a horas poco recomendables para tomar el primer puente aéreo para dirigirme a Barcelona.
Nada más llegar, mientras tomaba un café, mi mujer me comentó que había sido despedida, sin motivo alguno y 15 días antes de haber cotizado el tiempo suficiente para tener derecho a la prestación por desempleo. Estaba nerviosa, desconsolada, llena de por qués, de preguntas sin respuesta.
Con un estado de ánimo preocupado, comencé mi reunión con un Director Internacional de mi compañía, que no es jefe directo mío, pero que piensa que este es su cortijo, rememorando etapas de este país en las cuales no era ni un proyecto de embrión, que, claramente, destrozó cualquier atisbo de confianza, de esperanza. Llanamente, me explicó que tenía 3 posibilidades:
-. continuar en la nueva compañía tras la integración, algo que consideraba remoto, imposible.
-. "pasar el corte" inicial y tras unos meses......... Textualmente me dijo que lo iba a pasar realmente mal, muy pero que muy mal.
-. aceptar apuntarme a la lista de "descartes" y podría dar por descontado que la empresa se portaría muy bien conmigo.
Tenía 2 días para dar mi decisión.
Y aquí estoy, alucinando por los métodos de extorsión que legalmente se emplean en este país para descabalgar a los profesionales. Os diré que soy Sales Manager, con reporting internacional de una multinacional americana, y que el paisano que me planteaba este magnífico escenario, tan sólo pretende hacer hueco en la nueva compañía a un compadre, amigo desde la infancia: "Mu pofesional"!!. Volvemos a la España de la boina, y de la doble genuflexión!!.
Como dijo Adolfo Suarez, "hay momentos en la vida de un hombre, que hay que decir basta". Pero ese momento no ha llegado para mí. Por supuesto, no he respondido a la propuesta, a la ofensa, máxime cuando mi performance review del pasado y cercano 14 de febrero fue magnífica, en palabras de mi jefe. Ayer le llamé, un guiri británico, para exigirle que me dijera si confía en mí, en mi capacidad. También le envié un email. Pero no me ha sabido o querido responder, ni a la llamada, ni al correo. Valiente cobarde. Hay cosas que ni siquiera la edad proporciona y a veces, hay que carecer de determinados valores, para encumbrarse. Pues nada, seguiré posteando, seguiré contando acerca de las cosas que me sorprenden en el mundo del management, de las finanzas, de la economía. Pero, disculparme si el ritmo no es el que debería de ser.
Gracias por estar ahí!!